Capacidad de síntesis

Una de las cualidades que considero esenciales en un buen profesor a la hora de explicar conceptos teóricos y gramaticales, normalmente algo farragosos, es la de la capacidad de síntesis. Un instructor, a la hora de instruir, debe hablar poco y cuando lo haga su mensaje siempre debe ser relevante, sencillo y claro. Esto es aplicable a todos los niveles. El riesgo de explicar con muchas palabras y de manera complicada conceptos teóricos es muy alto. Los libros de texto normalmente contienen explicaciones dirigidas a muchas nacionalidades diferentes de alumnos. Es por ello que deben detallar de manera minuciosa, sin poder recurrir a la lengua de referencia en ningún momento, todo tipo de instrucción, definición y concepto. El profesor, conocedor tanto de la capacidad como de la lengua materna de su alumno, debe ser capaz de simplificar de manera efectiva la enseñanza de tiempos tan poco amigables como los condicionales, pasivas o estilo indirecto, entre otras muchas cuestiones técnicas. No resulta nada fácil. El caso es que para ser un buen sintetizador hay que tener muchos y sólidos conocimientos y buenas dosis de creatividad. Básicamente se podría decir que un eficiente profesor debe aprender y saber mucho para luego intentar enseñar lo menos posible. Esto es aplicable a la enseñanza de prácticamente cualquier disciplina.